jueves, 19 de noviembre de 2015

RELIGIONES UNIDAS FRENTE AL TERRORISMO

Lee el siguiente artículo de opinión sobre el tema del terrorismo yihadista y sus posibles soluciones. Expresa tu opinión exponiendo las causas, las consecuencias y las posibles soluciones contrastándolas con lo expuesto en el artículo y con los principios del Catecismo de la Iglesia Católica (números 2258-2269) al que puedes acceder a través del enlace que aparece en el apartado ENLACES INTERESANTES (columna de la izquierda) de este blog.
 
EL NUEVO y terrible atentado terrorista en París, aunque con contenidos y motivaciones propias, tiene el mismo origen que el anterior de hace 10 meses, también en la capital francesa, contra el semanario satírico Charlie Hebdo: el fundamentalismo religioso con el brazo ejecutor del denominado Estado Islámico (IS). Ante la clara determinación de continuar y extender estas acciones terroristas no sólo en Europa, sino también en otros lugares del mundo, es indispensable un antes y después en la lucha contra el terrorismo, porque la repetición de este atentado demuestra que se trata de acciones no aisladas sino organizadas para ser repetidas periódicamente, como una guerra santa y venganza contra lo que en cada momento se consideren ofensas contra su religión, o acciones en territorios que estimen de propiedad de su Estado Islámico, como ocurre actualmente en Oriente Próximo, principalmente en Siria e Irak.
Este tipo de terrorismo religioso que supone ya una amenaza mundial necesita para su erradicación respuestas también organizadas, no aisladas, sino coordinadas internacionalmente, lo que no se ha realizado desde el anterior atentado de París. Las acciones policiales, tanto en Europa -donde existen santuarios yihadistas en algunas comunidades musulmanas con personas que colaboran con el terrorismo-, como en el resto del mundo donde también se ha sufrido el zarpazo terrorista, son imprescindibles, coordinadamente con las correspondientes acciones militares en los territorios donde este islamismo impone su violencia religiosa con imágenes sangrientas.
Por supuesto que esta coordinación debe extenderse al ámbito del ciberespacio para desarticular las redes de la ciberdelincuencia del terrorismo, ampliando los contenidos del Convenio del Consejo de Europa en este tema para aplicar una política penal común ante los cambios causados por la digitalización y la globalización de las redes informáticas y su utilización para cometer actos terroristas y transmitir informaciones con datos y sistemas informáticos a veces falsificados.
Ante este panorama, se debería vigilar la financiación del terrorismo y concretar principios relativos a la extradición y a la asistencia mutua judicial y policial. Pero estas medidas son insuficientes por sí solas partiendo de que la característica del Estado Islámico es que la guerra que libra no tiene lugar sólo en los territorios y campos de batalla sino también a través del método programado del terrorismo basado en justificaciones religiosas de guerra santa. Como ya señalaba en un lejano artículo anterior que ahora completo con nuevas precisiones, ya que este terrorismo ordena combatir a los infieles allí donde se encuentren, es imprescindible comenzar por su deslegitimación religiosa, que debe iniciarse por quienes tienen el reconocimiento de representantes máximos de las religiones mayoritarias, entre las que se encuentran el cristianismo, el judaísmo y el islam, que deberían propiciar una reunión al más alto nivel y llegar al compromiso solemne de prácticas religiosas a través únicamente de métodos pacíficos alejados de toda violencia.
Se trataría de un acuerdo público de lealtad religiosa que deslegitimaría la pretendida justificación religiosa de las acciones yihadistas, evidenciando así su simple condición de terrorismo. No cabe duda que en estos momentos, a diferencia del cristianismo y judaísmo, lo más difícil es encontrar representantes con autoridad universal en el islam con más de 1.200 millones de creyentes desperdigados en diferentes países del mundo, lo que ha llevado a diversas ramas -principalmente, chiíes y suníes- enfrentadas entre sí para conseguir ostentar la representación de la religión musulmana, y también a decisiones equivocadas del mundo occidental guiadas principalmente por intereses de predominio político y económico en sus alianzas coyunturales con distintos países musulmanes.
Pero ante el descrédito que la religión musulmana puede sufrir por las acciones del autoproclamado Estado Islámico, es indispensable encontrar a los portavoces más representativos del islam para lograr que se involucren en el compromiso de convivencia pacífica entre las naciones desde el respeto a todas las creencias religiosas. Mientras tanto, son insuficientes, aunque valiosas, las condenas del terrorismo yihadista por parte de los representantes del islam en los territorios donde se producen los actos terroristas.
El compromiso de lealtad religiosa debería corresponderse con otro de lealtad política de todos los Estados, auspiciado desde la Asamblea de Naciones Unidas, con el compromiso de actuar bajo los principios del respeto a las creencias religiosas, sin injerencias para subordinarlas a estrategias políticas como ha ocurrido frecuentemente en las diversas etapas históricas de todas las religiones y que es lo que precisamente pretende ahora el Estado Islámico golpeando al país que, con la Revolución francesa, inició la nueva era de separación de religión y Estado. Se comprende así en todo su valor la reacción de los ciudadanos franceses de responder con orgullo a las provocaciones que padecen entonando el himno nacional, La Marsellesa.
No hay que olvidar que la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 -tal vez el documento histórico más importante del reconocimiento de la dignidad de toda persona por el hecho de serlo- es lo que ha permitido ir desarrollando sus principios como base para ir acogiendo en Europa a inmigrantes de otros países del mundo desde el respeto mutuo. La muy numerosa comunidad de más de cinco millones de musulmanes en Francia es una buena muestra de ello. Es una aberración histórica e incomprensible que este contexto de tolerancia existente en los países europeos se aproveche por el fundamentalismo islámico violento para introducir caballos de Troya que buscan destruir la convivencia pacífica lograda. Ante este terrorismo religioso que afecta no sólo a los valores europeos sino también a los valores universales de la humanidad, vulnerando los derechos fundamentales, es necesario que las Naciones Unidas pongan en práctica los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como la actualización de la importante Declaración de la Asamblea General de 1981 sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia en las religiones, tal y como se recoge en el dossier de Naciones Unidas sobre Consciencia y Libertad.
ESTE MARCO de acciones coordinadas policiales, religiosas y políticas debería completarse con el factor clave de la educación en las aulas; hace falta fomentar el respeto en todo el mundo a las diversas creencias religiosas y, al mismo tiempo, la erradicación de toda violencia. Una tarea que correspondería dirigir a la Unesco, partiendo de las diversas peculiaridades de cada región del mundo, comenzando desde Europa ante el nuevo panorama de la inmigración y continuando por los países musulmanes, donde en algunas escuelas islamistas se adoctrina para culpar a otras religiones de la maldad en el mundo, introduciendo así el germen de la confrontación y la violencia entre las diversas religiones y culturas.
También a los medios de comunicación y al periodismo, conciliando libertad de información y responsabilidad, les corresponde la formación de una opinión pública veraz sobre hechos tan graves y complejos como el terrorismo actual, que no debería impedir el desarrollo de la convivencia pacífica de las religiones que permitan, como en algunos momentos históricos, escuchar en las ciudades, al mismo tiempo, los rezos de las sinagogas, la llamada del muecín a la oración desde los minaretes de las mezquitas y el tañido de las campanas desde las iglesias.

Manuel Núñez Encabo es catedrático europeo ad personam Jean Monnet de Ciudadanía Europea (UCM)y vicepresidente primero de la Asociación de ex diputados y ex senadores de las Cortes Generales.

lunes, 13 de abril de 2015

LOS RELATOS DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS



Con quién se encuentra
Dónde aparece
Cómo es reconocido
Qué dice y qué hace
Jn 20,11-18








Jn 20,19-23









Jn 21,1-14








miércoles, 11 de febrero de 2015

JESÚS LIBERA A UN ENDEMONIADO GERASENO

Vamos a realizar una actividad de análisis del relato de un milagro de Jesús según nos lo transmiten los tres evangelios sinópticos.
Para ello tendréis que llevar a cabo un cuetionario individual y una actividad por grupos en el que iréis buscando información con la ayuda de los recursos que se os proponen.


Mt 8, 28-34; Mc 5 1-20; Lc 8 26-39

28 Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

1 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos. 2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, 3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas. 4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. 5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.

26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea. 27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.

29 Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?

6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. 7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.

28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.


8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo. 9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.

31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.


10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.

32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. 33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.

30 Estaba paciendo lejos de ellos un hato de muchos cerdos. 31 Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos. 32 El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas

11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. 12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. 13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.

34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.

33 Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.

14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido.

35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo. 36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.


15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. 16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.


37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió

34 Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.


17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos. 18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. 19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. 20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.

38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo: 39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.


Las actividades son las siguientes:
ACTIVIDAD INDIVIDUAL
En esta primera parte nos fijamos en las tres "versiones" del episodio buscando sus semejanzas y diferencias, las aportaciones de cada evangelista y algunos detalles de especial interés. Una vez que hayáis leído el texto rellenáis el siguiente cuestionario: